En busca del Arca Perdida (1981), primera entrega de la saga de Indiana Jones, está ambientada en 1936, momento en el que el Partido Nazi de Adolf Hitler (1889-1945) ya lleva tres años consolidando su poder en Alemania, instaurándose el III Reich. El comienzo, en julio de ese mismo año, de la Guerra civil española –en el que los nazis respaldarán el golpe de Estado del general Francisco Franco (1892-1975), líder del bando nacional contra la II República– significará el preámbulo para el estallido de la II Guerra Mundial, tan solo tres años más tarde…
En este contexto encontramos a Henry Walton Jones Junior (1899-¿?), más conocido como Indiana Jones, impartiendo clases de Arqueología en la Universidad estadounidense de Marshall (Bedford, Connecticut). El doctor Jones es también presentado como experto en Ocultismo, aunque –como buen académico– se muestra totalmente incrédulo con respecto al poder de la magia y las supersticiones. Su imagen estereotipada de profesor con gafas y algo timorato contrasta con su otra faceta, que nos sugiere que Indy mantiene una “doble vida”: la de buscador (un “conseguidor”) de tesoros arqueológicos.
EXPERTO EN ARQUEOLOGÍA… ¿Y OCULTISMO?
De hecho, la primera escena nos muestra al “profesor de Arqueología”, ahora curiosamente sin gafas (las primeras lentes de contacto no se comercializaron hasta 1948), con sombrero