Bethesda es hoy en día una de las grandes factorías de videojuegos de rol, gracias a sagas tan distintas como The Elder Scrolls o Fallout. Pero esto no siempre fue así. En concreto, Fallout nació en el seno de una compañía distinta, la añorada Interplay y, como otros grandes éxitos, fue fruto de la pasión de sus trabajadores, más que de una hoja de ruta editorial. Esta es la historia de cómo nació Fallout, uno de los grandes colosos del rol, con un mundo tan rico y con tantas posibilidades que, incluso, ha sido la base para alumbrar una futura serie de imagen real de Amazon Prime.
Toda saga tiene un origen… ¿nuclear?
Fundada en 1983 por leyendas del videojuego como Brian Fargo o Rebecca Ann Heineman, Interplay pronto se hizo un nombre: era sinónimo de juegos de calidad. En una primera etapa, trabajaba por encargo aunque, a partir de 1988, comenzó a editar sus propios videojuegos. Fue precisamente en 1988 cuando EA lanzó Wasteland, un juego de rol postapocalíptico desarrollado por Interplay. El diseño fue cosa de Brian Fargo,