Ante las críticas de su excesiva cercanía con la Presidencia de la República, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), asegura que se siente orgulloso de que, por primera vez, la relación con el jefe del Ejecutivo se aproveche para el empresariado mexicano, para el desarrollo del país y no para el hombre de negocios que ocupa ese cargo o para sus empresas.
En sus oficinas del CCE Cervantes hace una revisión de las relaciones de la cúpula empresarial con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, del cambio de las reglas del juego en distintos sectores de la economía durante esta administración, que se encamina hacia su último tramo, y sobre los retos que el gobierno aún debe atender para estimular un desarrollo económico uniforme.
Entre esos pendientes que le preocupan al dirigente empresarial destacan lo relativo a la transición tecnológica frente al desafío que impone la relocalización de cadenas productivas, la generación de electricidad para las inversiones que están llegando y los cruces terrestres que se han convertido