Las naves que un día albergaron la actividad de los astilleros B&W, a apenas 15 minutos del centro de Copenhague, son desde hace unos años una trepidante zona donde el ocio y el arte se mezclan con el emprendimiento gastronómico. A Refshaleøen pertenece Noma, catalogado como uno de los mejores restaurantes del mundo. Pero, incluso en un área todavía más acotada dentro de este distrito de moda de look industrial —que, en realidad, es una isla—, son vecinos negocios como Alchemist —llamado a avanzar en la lista The world's 50 best restaurants, que se presenta el 20 de junio en Valencia—, la microcervecería artesanal Mikkellers Baghave, el wine bar-restaurante La Banchina y, hasta hace unos meses, Amass.
Era el restaurante, casi , abierto en julio de 2013 por Matt Orlando, chef californiano que, tras trabajar durante cinco años como jefe de cocina