LABORAL
Luego de absorber las funciones del fracasado y extinto Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) –otrora organismo estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud–, el IMSS-Bienestar realizará sus labores sustentado en una “fuerte precarización laboral” de sus trabajadores de la salud, a quienes les bajó ilegalmente su “salario tabular” y sus “categorías profesionales”, a fin de usarlos como “mano de obra barata” para poder atender a los 66.4 millones de mexicanos sin seguridad social.
Esta arbitraria medida laboral ya empieza a generar airadas protestas de los trabajadores del sector, principalmente del gremio de la enfermería, quienes le exigen al IMSS-Bienestar –entre otras demandas– ajustarse a los salarios y categorías que tienen los empleados de la Secretaría de Salud, quienes están mejor pagados, bajo el argumento de “a trabajo igual, salario igual”, estipulado en el artículo 123 constitucional.
Fabián Infante Valdez, uno de los principales líderes de la Unión Nacional de Enfermería Mexicana (UNEM), la cual encabeza los actos de protesta, asegura tajante:
“Después de absorber al Insabi, el IMSS-Bienestar operará con base en una fuerte precarización laboral y a la degradación profesional de nosotros los trabajadores de