$1,36 MILLONES
LAS PELÍCULAS siempre han ayudado a encumbrar ciertos modelos.
Recordamos por ejemplo el Porsche 911 S gris de 1970 que Steve McQueen condujo en la película “Le Mans” y que sede la saga. En la cuarta película (estrenada en 2009) Walker condujo el Skyline que nos ocupa, fabricado en 2000. El coche fue comprado por Universal Film Studios en 2008 y preparado por Daryl Alison, de Kaizo Industries, a medida de las especificaciones pedidas por el actor. Esto incluye un monitor en el salpicadero (es RHD) y asientos OMP. El origen tan especial y toda la mística que rodea a esta unidad hizo posible que se vendiera por 1.357.000 dólares, más del doble que el Skyline R34 GT-R V-Spec de 2001 subastado por una mayor suma hasta ahora (577.000 $ en 2022), al parecer también “Ex Paul Walker”.