CUANDO PROBÉ EL BMW iX xDRIVE50 hace un par de años, jamás pensé que volvería a sentir nada similar. Pero ahora que ha pasado por mis manos su hermano mayor, el M60, las sensaciones se han multiplicado.
La recuerdo que me quedó entonces fue algo así como "es imposible que un coche tan grande y pesado sea capaz de correr