SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS.– Ni siquiera en enero de 1994, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) lanzó desde esta ciudad una declaración de guerra al gobierno federal, la violencia alcanzó los niveles actuales con los grupos del crimen organizado, principalmente Los Motonetos, que controla las calles y somete a punta de pistola a este Pueblo Mágico.
Al despliegue de fuerzas federales y estatales, que hasta ahora no ha dado buenos resultados en esta localidad de los Altos de Chiapas, se suma el programa de Reconstrucción del Tejido Social, que puso en marcha el gobernador morenista Rutilio Escandón Cadenas, con apoyo de la Secretaría de Gobernación, a cargo de su cuñado, Adán Augusto López.
Prestadores de servicios turísticos y la Diócesis de San Cristóbal, entre otros, reclaman al gobernador la falta de interlocución para atender conjuntamente diversos conflictos que persisten en San Cristóbal y otras localidades de la entidad.
La violencia paraliza comercios, escuelas y oficinas públicas, impacta en el sector turístico, el principal ingreso de hoteleros, restauranteros y diversas empresas de esta ciudad de más de 215 mil habitantes.
Apenas el 17 de abril fue ejecutado Jerónimo Ruiz, quien con su primo