Al monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh le gustaba contar la siguiente historia: «Un hombre remaba en su bote corriente arriba una mañana muy brumosa cuando, de repente, vio que otro bote venía corriente abajo directamente hacia él, sin intentar evitarle. El hombre empezó a gritar: «¡Cuidado! ¡Cuidado!», pero el bote le dio de lleno y casi le hizo naufragar.
Enfurecido, empezó a insultar al otro navegante con toda clase de improperios, pero cuando vio el bote de cerca, se dio cuenta de que estaba vacío».
Esta sencilla historia