Con cuatro horas de diferencia -al otro lado del mundo, en Marrakech, Marruecos-, Nicolás Jarry (27) se conecta desde su celular para iniciar una conversación distinta a las que habitualmente acostumbra. Se nota cansado, estuvo semanas entrenando para el Open Chile 2023, donde salió campeón, y venía aterrizando para iniciar el ATP 250 de la ciudad. No obstante, se hace el tiempo dentro de su ajetreada vida para conversar acerca de su carrera, sus aspiraciones a futuro y sus sueños más allá del tenis y el deporte.
Confiesa que no recuerda en qué minuto exacto comenzó a apasionarse por el juego. Su vida entera se traduce en entrenamientos, torneos y campeonatos: es lo que le fascina, lo