SEDENA
Además de controlar el hermético Centro Militar de Inteligencia (CMI) –que opera, entre otros, el spyware Pegasus–, la Sedena administra de facto los recursos humanos y tecnológicos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), a pesar de su naturaleza civil; con ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó todo el aparato de inteligencia del Estado a los militares, especialmente a su titular, el general Luis Cresencio Sandoval.
Desde su búnker de la alcaldía Magdalena Contreras, el CNI –el nuevo nombre del Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen)–, recopila la información que le envían de manera periódica los cinco Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi), donde agentes de la Sedena, de la Secretaría de Marina (Semar), de la Guardia Nacional (GN), de la Fiscalía General de la República (FGR) y del CNI operan poderosas herramientas de intervención.
“Sus capacidades tecnológicas son: Monitoreo técnico (Audios, CDR y geolocalizaciones), plataforma integral de inteligencia, análisis de vínculos, reconocimiento facial, acceso a redes sociales, reconocimiento de placas automotrices, recuperación de datos (forensia digital)”, planteó un oficio secreto de agosto de