Historia y Vida

ILSE BING LA REINA DE LA LEICA

El influjo creativo de la Bauhaus, el ambiente vitalista y a la vez turbulento de la República de Weimar, la efervescencia del París de los años treinta o las sensaciones diversas que provoca la Nueva York de la posguerra. La peripecia de Ilse Bing (1899-1998) está unida a ciudades, movimientos y períodos históricos determinantes en el siglo xx, aunque su obra rebase los programas y las estéticas de la Das Neue Se  hen (la Nueva Visión) o del surrealismo. Ciertamente, la fotógrafa nacida en Fráncfort consiguió zafarse siempre de las limitaciones de cualquier norma o escuela. Como indica el profesor y crítico de arte Juan Vicente Aliaga, comisario de la muestra, en la mirada de Bing, “modernidad e innovación formal van de la mano de un talante humanista en el que anida una conciencia social”.

La pasión por la fotografía surge de modo más bien casual en la vida de una joven universitaria, hija de una acomodada familia de comerciantes judíos, que cambió pronto sus estudios de matemáticas y física por la historia del arte. Dos cosas provocaron su entusiasmo. La primera fue su decisión de tomar imágenes con una cámara de placas para ilustrar una disertación que debía presentar en la Universidad de Fráncfort sobre el arquitecto Friedrich Gilly. La segunda, su descubrimiento de la obra de Vincent van Gogh. El impacto de ambos eventos la D’Ora, Nora Dumas o Gisèle Freund. Para la analista Tirza True Latimer, la irrupción de estas profesionales se produjo al compás de las transformaciones sociales, que testimoniaban la aparición de unas “nuevas mujeres” urbanas con actitudes desafiantes respecto a las restricciones de la moral pequeñoburguesa, “como fumar en público, conducir, llevar pantalones, cortarse el pelo y adoptar utensilios como el monóculo que las convertían en espectadoras, más que en espectáculo”.

Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.

Más de Historia y Vida

Historia y Vida2 min. leídos
El Waterloo eurovisivo
El lenguaje del amor y el de la guerra guardan un parecido turbador. Seducir a otra persona es “conquistarla”. Aceptar una proposición amorosa equivale a “rendirse”. Con esto último es con lo que juega la letra de Waterloo: la chica capitula ante su
Historia y Vida7 min. leídosInternational Relations
Operación Impensable churchill Y La Tercera Guerra Mundial
La Guerra Fría pudo haber nacido muy caliente. En 1945, la inminente derrota de la Alemania nazi no calmó los ánimos del primer ministro británico Winston Churchill. En los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el premier estaba tan c
Historia y Vida8 min. leídos
Cinco Años En Argel
La galera cristiana Sol navegaba recién estrenado el otoño de 1575, el 26 de septiembre, frente a la costa catalana, a la altura de Palamós o de Cadaqués, cuando en el horizonte asomaron varias velas. El temor que se apoderó de los tripulantes estaba

Relacionados