“MARC [JACOBS] TIENE UN SENTIDO DE LA MODA MARAVILLOSO, COMO UN JUEGO, PERO A LA VEZ CONSIGUE QUE SUS DISEÑOS SEAN ICÓNICOS. NADIE HACE ROPA COMO ÉL, ES ÚNICO"
“OJALÁ HUBIESE PODIDO QUERERME MÁS POR LO QUE ERA QUE HABER INTENTADO CAMBIARME CONSTANTEMENTE PARA ENCAJAR EN LO QUE ERA POPULAR”
“ACTUANDO DESCUBRÍ UN MUNDO EN EL QUE CENTRAR MI ATENCIÓN, EN EL QUE ME SENTÍA VÁLIDA Y ME DIVERTÍA”
Son las 10 de la mañana en Los Ángeles y las 19 en Madrid cuando Christina Ricci (California, 1980) se conecta a esta llamada. Es viernes. «¡Demasiado pronto para poner la cámara!», justifica al otro lado de una pantalla en negro con sus iniciales, no sin antes disculparse con esa frase tan mundana. Ella es la Miércoles Addams que la cultura popy, algunos años después, la protagonista de de Tim Burton, junto a Johnny Depp. Sus ojos saltones y separados y su melena negra calaron en toda una generación. Sin embargo, Ricci habla como si el suyo no fuera uno de los grandes nombres de Hollywood de las últimas tres décadas, y eso dice mucho de ella.
