ECONOMÍA
“Hemos tenido discrepancias, pero el diálogo lo puede todo… de esas discrepancias surge esto, algo extraordinario”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador ante ejecutivos de la firma española Iberdrola en la reunión en que se firmó el memorándum de entendimiento para comprar, por un monto de 6 mil millones de dólares, activos de esa empresa que abarcan 13 plantas de energía eléctrica en el norte del país, activos que ahora serán administrados por la CFE.
El acuerdo permitió al mandatario enviar un mensaje a 18 meses de concluir su administración: finalmente logró la “nacionalización” de 13 plantas de energía eléctrica del grupo español Iberdrola.
Sin embargo, analistas y exfuncionarios coinciden en que esa compleja operación –bien vista por los inversionistas del sector financiero– consiste en la compra venta y reasignación al Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) de los derechos que Iberdrola tenía por haber construido plantas de ciclo combinado durante el gobierno de Felipe Calderón, bajo el esquema de Proyectos de Inversión Diferida en el Registro del Gasto (Pidiregas), diseñados éstos en la administración de Ernesto Zedillo con el propósito de incrementar las inversiones en el sector eléctrico sin impactar el nivel de la deuda pública y difiriendo los pagos anualmente.
“Esas plantas que se compran