HASTA 1977 LA CREENCIA POPULAR ERA PENSAR QUE SÓLO LAS VEGAS GARANTIZARA ÉXTASIS DE FELICIDAD Y DESFASE SIN EMBARGO, LA DOSIS MÁS ALTA DE ESTE SENTIMIENTO en secreto lo que allí ocurriera. Sus entrañas fueron diseñadas para ser deseadas, consumidas y aireadas. Situado en la calle 54, entre la Séptima y la Octava Avenida de Nueva York, comenzó a dar titulares el mismo 26 de abril de 1977, el día de su inauguración. Lo hizo tras una inversión de 700.000 dólares por parte de sus dos fundadores, Ian Schrager y Steve Rubell, quienes pusieron la tentación delante de los ojos de los ante el fracaso de la apertura, despertó la curiosidad de quienes tenían las noches de música y alcohol a su nombre. Entre ellos, Carmen D’Alessio, la publicista de origen latinoamericano que controlaba la primera plana del . Por todo el dinero que acumulaban sus fiestas en una noche, fue la primera celebridad en estrenar el local junto a su prestigiosa lista de contactos.
