Año/Cero

LOS MOLDES DE LA MENTE

n el rico legado pedagógico y científico de Pedro Hernández, catedrático ya jubilado de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, destaca sin género de duda suTeoría de los Moldes de la Mente. La misma ha sido objeto de diversidad de investigaciones que avalan su capacidad descriptiva de la personalidad y predictiva del comportamiento humano, así como su utilidad para mejorar el bienestar subjetivo o felicidad de quienes la usan de forma práctica. Esa felicidad parece radicar, como el propio Hernández nos señala, en elementos que, aunque nos resultan familiares, no implican que sean sencillos, entre otras cosas por la generalidad desde las que son formuladas: «Potenciar la autoestima y creer en el propio potencial; adoptar pensamientos y actitudes positivas hacia la realidad; desarrollar metas y luchar por ellas; ser generoso, tolerante y altruista; desarrollar el sentido del humor y actitudes relativizantes de cuanto ocurra; relacionarse con los demás; adoptar actitudes de comprensión y aceptación; y disfrutar de lo insignificante», explica

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