MONTERREY, NL.— Aunque aún no se ha colocado la primera piedra, la proyectada construcción de la Gigaplanta de Tesla, en el municipio de Santa Catarina, plantea desde ahora algunos desafíos para la entidad, principalmente en el tema del agua.
Han sido días de pronunciamientos entusiastas sobre la multimillonaria inversión de la firma del magnate Elon Musk, que construirá automóviles eléctricos. Pero al mismo tiempo surge la preocupación de algunos expertos que, con datos del propio gobierno estatal, plantean que el líquido tratado no alcanzará para satisfacer la demanda de uso industrial de la obra que, se calcula, podría instalarse en un inmenso terreno de mil 200 hectáreas.
También se prevén problemas de suministro del agua potable que requerirán los trabajadores de la planta, pues los pozos proveedores actualmente no pueden dar servicio a los residentes de la zona, señala el biólogo Antonio Hernández Ramírez, especialista en agua y quien durante cinco años fue jefe del departamento del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Otro aspecto a considerar es la infraestructura, pues no hay tubería para canalizar el líquido reciclado y de consumo humano hacia el área despoblada donde se instalará la enorme edificación que será la más grande de su tipo en el mundo, de acuerdo con el análisis del científico.
Antonio Hernández es asesor legislativo en materias ambientales en la actual diputación local neoleonesa, ha