La madrugada del pasado 31 de enero, un grupo de empresarios constructores y supervisores interceptaron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, antes de entrar al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, para entregarle una carta en la que le solicitan que su administración les pague alrededor de 150 millones de pesos que les debe desde hace años por las casas y edificios que construyeron o rehabilitaron tras el sismo del 19 de septiembre del 2017 y que, incluso, ya están habitadas.
En plena calle, le informaron que muchas de esas viviendas ya fueron entregadas y que ellos no han recibido el pago correspondiente. Lo peor es que, en algunos casos, la Comisión para la Reconstrucción, primero dirigida por el actual senador César Cravioto y ahora por Jabnely Maldonado, les pidió avanzar en las obras con sus propios recursos y ahora, ante la falta de cumplimiento del gobierno, tuvieron que despedir a decenas de empleados y están a punto de la quiebra.
En entrevista con Proceso, constructores, supervisores, proyectistas y demoledores señalan que el gobierno de Sheinbaum los “engañó” pese a que ellos acudieron “de buena fe” para apoyarlo. Los traen “dando vueltas y con actos dilatorios” y excusas, además de que la aspirante presidencial “hace caravana con sombrero ajeno”, dicen.
La mayona de las casas entregadas por