En 2022, incluso siguiendo la cadena global de inestabilidades, la demanda de aviones privados continuó fuerte y el sector de aviación general logró romper la capa del mal tiempo, cerrando el año en alta. Cuando el mercado señalaba respirar más aliviado con la reducción de las restricciones impuestas por la pandemia de Corona virus, fue sorprendido por la guerra en Ucrania, crecientes índices de inflación e intereses en las principales economías mundiales, expectativas relacionadas con las elecciones presidenciales en Brasil, entre otros eventos, que interfirieron en la dinámica de negocios.
Afortunadamente, la cadena productiva de la aviación, en especial la privada, mantuvo
