MADRID.- En octubre de 2006, dos meses antes de iniciarse el gobierno de Felipe Calderón, se celebró una discreta reunión en Cuernavaca en la que participaron Karen Tandy, la entonces administradora de la DEA, y la contraparte mexicana –dos de cuyos asistentes serían luego nombrados titular de la PGR y de la nueva Secretaría de Seguridad Pública–, en la que se discutió cómo sería la política antidrogas del nuevo presidente, que al inicio de la administración se tradujo en la “guerra contra el narcotráfico” al amparo de la Iniciativa Mérida.
La estrategia, muy parecida al Plan Colombia, también impulsado por Estados Unidos