l British Museum en Londres lanzó a comienzos de este año la iniciativa de dejar de utilizar la palabra «momia» y sustituirla por «restos momificados» o «persona momificada». Otras instituciones británicas, como los Museos Nacionales de Escocia, se han sumado a esta propuesta que defiende que, en la medida de lo posible, se deje de emplear momia, ya que tiene connotaciones colonialistas y, además, evoca la imagen de un monstruo. (1932), y a otras tantas ficciones en torno al antiguo Egipto, el interés popular por su labor museística sigue vivo. Y por otro, alegar que momia tiene reminiscencias de un pasado colonialista y que con el simple cambio de terminología van a suavizar la imagen de aquellas políticas tan agresivas de siglos pasados denota un alarde extraordinario de demagogia. La palabra momia proviene del árabe clásico (betún de embalsamar cadáveres), que lo toma del persa (cera).
