MORELIA, MICH.- La crazada del gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla contra su antecesor, Silvano Aureoles Conejo, llegó a la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) y puso en jaque la operación de este órgano ñscalizador con una indefinición legal sobre el ejercicio de su presupuesto.
El interés de Ramírez Bedolla por controlar la ASM generó una embestida política contra el actual titular, Miguel Ángel Aguirre Abellaneda, designado durante la administración de Aureoles Conejo, para dejar la posición a un amigo de infancia del gobernador: Marco Antonio Bravo Pantoja, que actualmente se desempeña como auditor especial de normatividad.
Bravo llegó a ocupar ese cargo después de que Ramírez asumió el poder, con el respaldo directo de éste.
La embestida se ha dado desde diversos frentes; en lo presupuestal, con reformas impulsadas por el gobernador y respaldadas por las bancadas afines en el Congreso del estado para despojar de autonomía financiera a la ASM.
Por otro lado, un intento de criminalizar a Aguirre Abellaneda llevó a un cateo judicial en un rancho cuya propiedad se pretendió atribuir al exgobernador Aureoles y posteriormente al auditor.
“Yo preveo escenarios muy complicados porque la