LA ELABORACIÓN A NIVEL INDUSTRIAL TIENE LUGAR EN EL SIGLO XIX, CUANDO SE PASA A ELABORAR EN FÁBRICAS AUMENTANDO CONSIDERABLEMENTE SU PRODUCCIÓN
Que levante la mano aquel al que no le gústenlas galletas. Que sí, que ya sabemos que no son saludables, ni siquiera aunque las hagas tú en casa, añadiría un nutricionista. Y que hablamos de un ultraprocesado, tenemos toda esa información en mente pero ¿te resistes a comerte una galleta? Y decimos una, pero tal y como están concebidas, pequeñitas, dulces… están pensadas para que, sin planteártelo, ¡te hayas comido el paquete entero o casi!
En efecto, las galletas son adictivas, sean del tipo que sean: saladas, de mantequilla, con chocolate, de avena, de coco, en el desayuno o, incluso, de cena (sí, hay muchas féminas que, llegado el invierno, disfrutan de leche con galletas a la hora de cenar). Sucede algo así como cuando comes pipas: es empezar y no parar.
Pero ¿cómo surge este invento