El humano está programado para luchar o correr. Es la decisión a la que se enfrenta ante la percepción de daño, ataque o amenaza a su supervivencia. Esta respuesta es natural en nosotros, muchas de nuestras decisiones están basadas en esa lógica y por eso, en un contexto de crisis, ninguno se plantea la posibilidad de una tercera alternativa que nos permita preservarnos para dar batalla más adelante.
Soy parte de una empresa que ayuda a otras compañías a transformarse