WASHINGTON,- Marcelo Ebrard no ve a Claudia Sheinbaum como su principal contrincante por la candidatura presidencial de la 4T para 2024, pues se asume como garantía para continuar lo iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. También se descarta como candidato de la oposición en caso de perder la encuesta, se deslinda de responsabilidad del caso de la Línea 12 y se compromete a dejar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) cuando su partido lo indique.
Cuando Proceso le pregunta –en entrevista telefónica como aspirante y no como canciller– por qué quiere ser presidente contesta: “Tengo la convicción de que puedo hacerlo bien y que podría irnos bien como país”.
Se presenta como alguien que puede –y dice que así lo hizo como jefe del Gobierno de la Ciudad de México– darle continuidad a la labor de López obrador: “Yo goberné la Ciudad de México y nosotros ganamos todas las delegaciones de la ciudad, salvo dos. Yo entré como candidato con 46% de apoyo. Cuando salí, salí con 64%, por ahí.
“Ahí están los resultados. Tuvimos la tasa de delitos más baja en lo que va de este siglo, sobre todo homicidios. Entonces yo diría; ¿qué te califica? Los resultados que tienes en la vida. Esa es la ventaja que tienes cuando hay servidores públicos que puedes evaluar”.
La continuación del plan de transformación de López Obrador no se limita a los programas; abarca las formas. Ebrard propone seguir con las mañaneras:
“Eso ya