Básicamente, existen tres caminos para poner en marcha este mecanismo natural con el que cuenta todo ser humano: Escribir, intentar y pedir. Analicemos cada uno.
ESCRIBIR
Escriba su problema.
Aunque pueda parecerle algo inútil, la experiencia demuestra que un gran número de inconvenientes existen únicamente porque no han sido definidos con claridad. Una vez que lo exprese por escrito, descubrirá que lo ve bajo una nueva luz. Comience a escribir las palabras “debo hacer…” (ponga la actividad que desea cumplir), “pero no puedo porque…”, y luego enuncie el problema para el cual busca una solución de una forma cuidadosa y completa, a la vez que concisa.
INTENTAR
Trate de resolver la situación por sí mismo.
En el trozo detodos los motivos para dar un determinado paso. En la otra, enumere todas las razones contrarias.