El conflicto en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, alcaldía Xochimilco, que ha puesto en jaque al gobierno de Claudia Sheinbaum, se veía venir desde abril pasado debido a la información parcial, la falta de respeto a la forma de organización tradicional, la represión de operadores políticos del alcalde morenista José Carlos Acosta y de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Además la ausencia de acuerdos entre la Secretaría de Gobierno que dirige Martí Batres Guadarrama y los habitantes que desde la noche del jueves 1 bloquearon con barricadas las avenidas Nuevo León y México ha afectado a miles de habitantes, comerciantes y transportistas, no sólo de ese pueblo, sino de otros de Xochimilco y de Milpa Alta en sus estudios, actividades laborales y su economía cotidianas.
Algunos manifestantes recuerdan las promesas que les hizo Sheinbaum en su campaña a la Jefatura de Gobierno y la cuestionan directamente sobre si ese trato que da a ese pueblo originario como mandataria local sería el mismo que dará a los pueblos originarios del país si llega a ser presidenta de México.
Hortensia Telésforo Jiménez, habitante de San Gregorio y una de las participantes en el bloqueo, recuerda que hace muchos años en ese pueblo había manantiales de los que la gente podía tomar agua,