ste emblemático hotel, abierto hace 112 años, y la primera Maison de Champagne se han aliado para crear un menú único de cinco pases en los que se utilizan elementos culinarios que hablan del origen de Ruinart y de la de jamón ibérico que es una representación de la historia de la naturaleza y de la humanidad. Una explosión de sabor en la que se entrelazan la tierra y el . El maridaje con Ruinart Blanc de Blancs resalta su vitalidad, frescura e influencia vegetal. El siguiente pase es ‘Transición a negro', una historia del descenso por los diferentes estratos del suelo y los sótanos calcáreos que al chef le ha inspirado una elaboración a base de ostra, emulsión cítrica y caviar. En este caso el champagne pone el acento sobre la concentración y la longitud en boca. ‘Vida de la materia': flor de almendro de ajo blanco rellena de tartar de gamba blanca, es el tercer plato del menú. Pura delicadeza en la que se siente la influencia de la tiza y del corcho, así como la complejidad de los aromas y la grandiosidad de las texturas. Continúa con 'Removido', una receta que representa la observación y el relato de este gesto en movimiento tan característico en el proceso de elaboración del vino. Una idea que se materializa en unas láminas de chuleta de vacuno mayor. Y el fin de fiesta llega con ‘Explosión': queso servilleta. Es el degüelle, la salida explosiva de la esencia del champagne Ruinart que, en este caso, es un Rosé.
La quinta esencia del Blanc de Blancs
Dec 01, 2022
1 minuto
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