lo engorroso y -en la misma dimensión- frágil que era “ser hombre”. Podías lucir como un machazo a lo Sean Connery y así construir una “trayectoria macha” impecable, siempre ruda, poderosa en fuerza física y carácter de acero, con los eternos cuatro colores aburridos en tu ropa (azul, blanco, negro y gris), cuidando cada acción para cumplir con la norma social de la “hombría” (no llorar, no sentir, no flaquear ante el sentimiento ajeno, nunca nada de ternura), y un pequeñísimo gesto, cierta muñeca un tantito quebrada, un leve comentario cercano a la sensibilidad, o ese abrazo fraterno que merecía algún amigo, y todo lo levantado “machamente” se caía,
Arriba, de lado o debajo de la MACHITUD
Dec 05, 2022
4 minutos
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