n las últimas décadas, las nuevas tendencias en psicología han cambiado la manera de percibir, valorar y gestionar las llamadas «emociones negativas», poniendo de relieve su incuestionable papel adaptativo y lo que de positivo tienen cuando se manejan adecuadamente. Por fortuna ya no es un crimen sentirse triste, tener un enfado monumental o paralizarnos ante la percepción de una amenaza, poniendo más bien el foco en cómo manejamos esas situaciones cuando se presentan en nuestras vidas, así como en el objetivo de que no se conviertan en un patrón, condicionando de forma inadecuada para nuestro bienestar la manera en la que nos comportamos, o definiendo quienes somos. Siendo ese enfoque constructivo de las emociones negativas un asunto ya abordado tiempo atrás en estas mismas páginas, nos proponemos ahora indagar en el lado positivo de otros comportamientos o rasgos que a priori están también criminalizados, como puede ser el caso del aburrimiento, el pesimismo, la vergüenza o la culpa.
CUANDO «PECAR» NOS HACE MEJORES
Nov 25, 2022
5 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos