o es habitual que una antigua meretriz se siente en un trono imperial, pero ese fue el destino de Teodora de Bizancio (c. 501-548), la esposa de Justiniano, el emperador que intentó reunificar el Imperio romano. La soberana, por su origen social, se convirtió en una figura controvertida. El cronista Procopio la calumnió salvajemente, al presentarla como una mani-puladora sin escrúpulos, pero los historiadores discuten en qué medida pudo ayudar a las mujeres de su tiempo, sometidas a reglas patriarcales muy estrictas. Por su experiencia vital, ella conocía muy bien lo que significaba la dependencia de los caprichos masculinos. María José Bravo Bosch, profesora de. Con gran acopio de fuentes de la época y un conocimiento exhaustivo de la bibliografía, la autora intenta deslindar lo que podemos saber con certeza de las especulaciones plausibles, pero sin verdadero apoyo en los documentos.
¿QUÉ HIZO POR LAS MUJERES DE BIZANCIO?
Nov 16, 2022
4 minutos
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