Ella es Gabriela López, de 43 años, una exsicaria quien de chamaca estuvo al servicio del narcotráfico, y tras 20 años en prisión salió libre para intentar una nueva manera de darle sentido a su vida.
No quiere volver a la cárcel ni quiere morir. Cuenta en pantalla, a cuadro:
Entré muy chavala a todo esto… Para mí no fueron prioridad los novios. Yo no sé de tener un novio, de ‘¡ay!, las maripositas’, esas mamonas que dicen que todo mundo siente cuando se enamora, para mí eso no… Era estar en mi cuarto pensando ¡ah!, ¿cómo le vamos a hacer para esto, esto y esto? Anotar. Así, por paso: ‘Puede ser así y así’. Eso era mi novio…
Con más de 32 premios y reconocimientos en festivales nacionales e internacionales, la documentalista Alejandra Sánchez –cuyos filmes giran en torno al feminicidio, la pederastia clerical y el movimiento feminista– entra ahora a la vida de Gabriela López, mujer que intenta acomodar un pasado del cual sigue siendo presa.
La cinta de 65 minutos se intitula exhibida primero en la 17 edición del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DOCSMX) –del 13 al 23 de octubre pasado–, y luego en la 20 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia –del 22 al 29 del mismo