La Argentina está a las puertas de convertirse en un exportador neto de energía, y el petróleo y el gas no convencionales son los más inmediatos recursos a los que podrá apelar para cambiar su matriz económica, no solo por volúmenes sino por el desarrollo ya alcanzado por la industria en Vaca Muerta. La formación neuquina está a la cabeza de las potencialidades que en el sector energético se le reconoce globalmente al país: recursos convencionales offshore, hidrógeno verde, energías renovables y también minerales de alta demanda para la transición hacia la electrificación como litio y cobre. Entre las operadoras hay optimismo, aun con un sendero pendiente por recorrer, y alistan sus proyectos de desarrollo e inversión para una nueva etapa, incluso hay obras concluidas a la espera de abrir el grifo cuando la infraestructura esté disponible.
La dinámica expansión de las energías renovables en la Argentina se desaceleró desde la discontinuidad de la adjudicación de contratos del Plan RenovAr,