“Hay que tener tolerancia a la frustración: los errores se repiten, pero los éxitos no”
Según el último Mapa del Emprendimiento publicado por South Summit, el perfil medio del emprendedor español es el de un varón (80%) de una media de edad de entre 25 y 34 años y con formación universitaria (98%). Pues bien, la última protagonista de nuestra portada es la antítesis de ese perfil: es mujer, sí anda en la edad media (29 años), pero su formación superior se limita a dos años de ADE hechos a distancia y a un MBA en la EOI.
Eso sí, como el 60% de los emprendedores españoles, es una emprendedora en serie, ya que GOI es la tercera compañía que funda. La primera, un algoritmo para identificar las preferencias del público audiovisual, la creó con apenas 16 años. La segunda, una consultora tecnológica que acabó pivotando hacia espacio de coworking, con 21. Y la tercera, la actual, una empresa especializada en la distribución, montaje e instalación a domicilio de mercancía voluminosa, con sólo 22. Un currículum, pues, apabullante.
Habla muy rápido como si taladrase las respuestas, sin titubeos, sin silencios reflexivos. Es un puro torrente verbal que intenta atrapar en palabras una vertiginosa actividad mental que se adivina bajo la mirada viva y el gesto rápido. Si hubiese que escoger un adjetivo para definirla esa sería el de vivaz: “alguien que muestra entusiasmo, pasión y gran animación” (RAE dixit). Tres sustantivos que le van como anillo al dedo. Merece la pena conocerla más.
EMPRENDEDORES. Con un bagaje como el tuyo, resulta inevitable la pregunta: ¿Qué hace una niña de 16 años vendiendo algoritmos?
Yo vengo de una familia muy humilde y con 16 años me tuve que poner a trabajar. Tengo una hermana que es actriz y, viendo una película