Durante mucho tiempo Colombia fue sinónimo de guerra, atentados, tráfico de drogas y políticos asesinados. Pero después de la tormenta siempre llega la calma y el país vive ahora un florecimiento único que se basa, al fin y al cabo, en una sociedad y unas tradiciones con las que nadie puede.
En el corazón del país, a 20 minutos en avioneta de Medellín, se encuentra la zona conocida