Acaba de terminar una lluvia torrencial de apenas veinte minutos. A pesar de su brevedad, podemos observar las consecuencias devastadoras: la brutal y repentina crecida del río que arrastra y derrumba cuanto encuentra a su paso. A pesar de la imagen desoladora, la belleza exuberante nos deja sin aliento. El olor a barro, a tierra y madera mojada es sencillamente abrumador. Nos envuelve una multitud de increíbles aromas vegetales que hace evidente lo especial del lugar donde estamos. Tras la lluvia, el sol brilla de una manera diferente, es un calor húmedo que se adhiere a la piel, que nos funde con el entorno. Los sonidos de animales producen una sinfonía discordante que nos estremece. Estamos en el delta del Amazonas, el lugar más rico en biodiversidad y vida del planeta. Sirva como ejemplo, citar que es posible encontrar en un solo árbol más especies de hormigas que en el Reino Unido, o que existen vegetales y frutas exóticas que ni siquiera han sido catalogadas aún en Occidente, o que hay caracoles del tamaño de la palma de la mano y tarántulas de más de diez centímetros…
Desde el sitio donde nos encontramos, una vieja barca de madera, no podemos ver la otra orilla que, según nos indican, está a más de veinte kilómetros. Resulta difícil creer que estemos en un río. Sin embargo, a pesar de la belleza del lugar, los peligros y dificultades son innumerables: la visibilidad comienza a ser mala cuando el sol inicia su retiro y el río arrastra troncos inmensos, aunque muchos de ellos no han sido arrancados por la tormenta, sino por una de las incalificables talas que poco a poco están arruinando este entorno. Además, existen fondos de arena o de roca a poca profundidad que dificultan la navegación. Encallar en este río puede tener consecuencias muy graves. Conforme nos alcanza la noche, la sinfonía de sonidos deja lugar a una combinación nunca antes oída por nosotros con todo tipo de gritos, señales, aullidos y cantos del reino animal. En ese momento solo podemos inclinar nuestras cabezas y guardar silencio con admiración ante el regalo a los sentidos que ofrece el Amazonas. Los sonidos y olores van más allá de lo que somos capaces de asimilar.
La ayahusca es una medicina tradicional empleada por los chamanes del Amazonas, cuya base es una liana llamada ayahuasca, que debe combinarse. con otras sustancias.
CONSCIENCIA ELEVADA
La verdadera razón por la que un grupo de personas habíamos recorrido la mitad del planeta hasta llegar aquí era la búsqueda espiritual. Aunque personalmente no me considero una persona