El Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea Mexicana en las más recientes décadas habían venido jugando un papel de subsidiaridad de las autoridades civiles en emergencias por desastres naturales, en las campañas de vacunación y en otras actividades de naturaleza social, circunstancia que permeó en el ánimo colectivo y, por esa razón, hacerse de una importante confianza en la opinión pública.
Las cosas ahora, empero, han ido cambiando. Veamos.
Primero. No hay duda de que las Fuerzas Armadas han gozado de mayor confianza que la policía. De acuerdo con la encuesta quinquenal) la sociedad mexicana confía mucho o suficiente en los militares con 50.3% de apoyo, en contraste con el 21.2% que tienen esa percepción de la policía.