omo el propio Howard Carter cuenta en su libro sobre la tumba de Tutankhamón, el descubrimiento de esta no fue una total sorpresa, sino algo que él sospechaba que podía ocurrir, porque en los años anteriores a 1922 ya habían aparecido en el Valle de los Reyes varios elementos relacionados que se abre frente a la entrada de la tumba de Tutankhamón, de la que dista un centenar de metros. En su interior apareció un grupo de unas doce jarras de gran tamaño, que, al ser abiertas, demostraron contener un sorprendente y heterogéneo grupo de objetos (hoy conservados en el Museo Metropolitano de Nueva York). Por un lado, había elementos utilizados durante el embalsamamiento del faraón: cincuenta saquitos de lino rellenos de natrón (se introducían en el cadáver después de sacarle el estómago, los intestinos, los pulmones y el hígado para desecarlo por dentro) y cerca de ciento ochenta vendas de lino. Por otro, se encontraron objetos empleados durante el banquete funerario, que se realizaba en el patio frente a la tumba tras cerrarse esta: media docena de los collares de flores lucidos por los participantes en la fiesta, setenta y dos copas de ofrendas y huesos de algunos de los numerosos cortes de carne que fueron consumidos en la celebración. Por último, restos de los dos saqueos sufridos por la tumba: numerosas pellas de barro con el sello de Tutankhamón, con las que se habían sellado cajas del ajuar, y tiras de lino con fechas de los años 6 y 8 del reinado, escritas en hierático.
LOS OBJETOS DE LA KV 54
Oct 19, 2022
2 minutos
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