hristian Dior encontró su hogar en el suelo de París. La empolvaba la suciedad y parecía oxidada, pero la señal estaba en su mano. Era inexcusable. Podía tocarla. Una estrella de metal, desprendida de algún carruaje parisino, había ido a parar frente al número 30 de la avenida Montaigne. Fue él quien reparó en ella. Antes de verla, su forma ya habitaba su memoria. En la casa
BAJO EL TECHO DE DIOR
Oct 21, 2022
2 minutos
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