LOS PROYECTOS ESPECIALES (SP) DE FERRARI, LA SERIE “ICONA”
UN TRAMO DE AUTOPISTA no ha sido nunca un marco demasiado interesante para probar ningún tipo de vehículo. Menos aún si el día está lluvioso. A no ser, claro, que te encuentres al volante de un Daytona SP3. En ese caso, la experiencia es mucho más excitante. La sensación es como la de estar en una dimensión paralela, conduciendo en una carrera de Le Mans de finales de los 60 o principios de los 70. Podría tratarse de uno de los modernos simuladores de conducción 3D inmersivos que tanta sensación de realidad producen; pero no. El SP3 es real. Igual que su habitáculo, moderno, pero a la vez con multitud de elementos que nos trasladan más de medio siglo atrás. Además, el parabrisas curvo envolvente con su escobilla de limpia central, como los prototipos de carreras de los 60, o las jorobas sobre los pasos de rueda delanteros. Los retrovisores, situados sobre las aletas delanteras, nos reflejan la cortina de agua levantada a nuestro paso, mientras que el sonido de un brutal V12 atmosférico pone la melodía a esta experiencia extrasensorial.
Cuando por fin deja de llover paramos en un área de servicio para admirar esta joya. Al abrir la puerta tridimensional podemos apreciar los grandes conductos de aire que dirigen el flujo de aire por la parte inferior del coche hacia unas cámaras