MADRID. - EI oligarca ruso Roman Abramovich es el portugués más rico del mundo. Así ironizaba la prensa después de que el diario luso Público destapara que el multimillonario obtuvo la nacionalidad y un pasaporte oficial mediante procedimientos hoy sujetos a investigación judicial, aprovechando la vía que abrió la Ley de la Nacionalidad para los descendientes de la antigua comunidad judía sefardí expulsada de Portugal en 1496 por el rey Manuel I.
Esta ley permite desde 2015 nacionalizar como portugueses a los descendientes de esta comunidad -al acreditar su linaje, entre otros requisitos- que fueron expulsados de ese país, cuatro años después de que los Reyes Católicos también obligaron a los sefardíes a abandonar los territorios de las coronas de Aragóny Castilla (Proceso 2376).
El escándalo de Abramovich, exdueño del club inglés de fútbol Chelsea, poseedor de cinco de los superyates más lujosos del orbe, de una flotilla de jets y de una fortuna que Bloomberg cifra en 13 mil 900 millones de dólares, llevó a la justicia portuguesa a intensificar en marzo la investigación sobre la forma en que obtuvo la nacionalidad.
Era el momento en que, tras estallar la guerra en Ucrania, el pasado 20 de febrero, los oligarcas rusos estaban en el foco de la atención mundial por las sanciones