La tarea de un sexólogo/a es acompañar a la persona en el conocimiento de su propia sexualidad, ayudarla a liberarse de traumas y de bloqueos que le impidan conectarse plenamente con su capacidad de disfrute erótico. Si establecemos un paralelismo entre la función del profesional de la sexualidad y el compañero/a sexual, en este último caso podríamos asociar la presencia del amante con un camino amoroso orientado a la misma finalidad. La diferencia fundamental es la paridad, en el caso de una pareja, entre ambos protagonistas y la mayor intimidad corporal, incluyendo la genitalidad en la experiencia.
INCLUIR LOS CUERPOS QUE SE TOCAN
El trabajo de conocerse desde el punto de vista erótico necesariamente implica la aproximación