La curiosidad del porqué de las cosas
l pasado junio recibió el premio L’Oréal-UNESCO ‘For Women in Science’ por la investigación que está realizando para esclarecer la relación entre la microbiota intestinal y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. Todo un reto que podría indicar el inicio de nuevos tratamientos para este Nuestra vida está estrechamente ligada a los microorganismos, ya sea a través de una relación parasitaria o simbiótica. Por otro lado, las enfermedades neurodegenerativas conducen, en muchos casos, a discapacidad o dependencia completa. Pensé que era importante poder conectar ambos hechos y encontrar tratamientos sencillos, como el uso de probióticos. Desde bien pequeñita, cuando era niña ya quería ser científica. Jugaba a hacer experimentos mezclando sustancias en casa. Mi padre me hablaba de lo bonita que era la naturaleza, de la metamorfosis de las mariposas, de los dinosaurios… Por otro lado, mi madre siempre me enseñó a preguntarme por qué pasaban las cosas. Lo más importante es dar visibilidad a las que ya lo son. Tenerlas presentes cada día ayuda a que realmente las veamos, porque siempre han estado ahí. Por otro lado, hay que ayudar a las jóvenes a entender que pueden llegar a desempeñar este tipo de trabajo, hay que mostrarles iconos femeninos en la ciencia donde se puedan reflejar ellas. Cuando les muestras la labor tan maravillosa que pueden hacer las mujeres en este campo, ellas también intentan conseguirlo. Sí, en el futuro estaremos más pendientes de nuestros microorganismos. Del mismo modo que tomaremos medicamentos para nosotros, lo haremos para cuidar a los bichitos que tenemos dentro. Por ejemplo, actualmente cuando te pautan antibiótico te dan también un probiótico para que sus efectos adversos no sean tan grandes. Se están buscando pequeños compuestos y otros microorganismos que ayuden a los que ya tenemos. En el futuro, cuando queramos tratar una enfermedad, también intentaremos cuidar aquellos microorganismos que tenemos.
