Dance FEVER
orre como la pólvora por las redes una frase muy ilustrativa: «El perreo hasta el suelo y la autoestima hasta el cielo». Si alguna vez te has dejado llevar bailando reguetón –¿quién no se ha rendido este verano al de Rosalía?– lo habrás comprobado. En realidad, donde dice ‘perreo’ podría decirse ‘ritmos urbanos’. En este gran saco musical entran todos esos bailes nacidos en las calles que comparten, además de jamaicano hasta el robótico que nació en California en los 60, pasando por el del Bronx. O, por supuesto, el. La cantante Lizzo explica en una Ted Talk cómo este baile (más bien este tipo de movimientos de caderas y culo) cuyo origen se encuentra en África ha ayudado a muchas mujeres, empezando por ella misma, a librarse de complejos y sentirse más poderosas. Sea por moda musical o porque son realmente liberadoras, las danzas urbanas viven su mejor momento. Y no solo en TikTok, donde millones de usuarios cuelgan a diario sus en forma de minicoreografías. Aida Prima Cali, una de las pioneras en bailar y enseñar en España, lo ve a diario en Attitude Skool, su escuela de Barcelona. Ella descubrió la danza urbana cuando se fue con 15 años de Yecla, Murcia, a estudiar a California. «Al volver casi nadie conocía esto y mover el culo era muy criticado». Hoy, en Attitude Skool, donde Rosalía ensayó las coreografías de su álbum las clases de reguetón y siempre están llenas. «Son estilos muy bailables. Además, las redes sociales han favorecido su popularidad, aunque en este soporte no siempre se da visibilidad a los orígenes de estos ritmos», apunta Prima Cali. La neoyorquina Jennifer Lopez, profesora y bailarina, también ha sido testigo del de los estilos urbanos. «Instagram y, sobre todo, TikTok han disparado su popularidad: ¡hasta las abuelas hacen! Pero también ha sido esencial el papel de artistas como Rosalía, Nathy Peluso, Cardi B o Beyoncé», reflexiona Lopez, quien ha impartido clases, entre otras a la top Nieves Álvarez.
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