El dato madre de todos los datos. En el mundo argentino de las zapatillas existe un hecho poco conocido: la marca más vendida en la Argentina es argentina. “En el país se venden alrededor de 27 millones de pares por año –llegaron a ser 30–, de los cuales unos 5,5 millones son de Topper”. La afirmación sale de la boca de Diego Mohadeb, que tiene 50 años y es economista y CEO de Topper, una empresa ya emancipada de la histórica Alpargatas, a donde llegó tras su paso por Unilever. Y para él, aunque hay varias explicaciones para ese primer lugar, todo se resume a una palabra: cercanía.
¿Es lo mismo vender cosméticos y limpieza que zapatillas?
Nada que ver. Más allá del producto, uno lo que aprende es la dinámica y a desarrollar un producto. La mayor diferencia está en cómo funciona una compañía internacional y una que, a pesar de que se vende en el exterior, se maneja muy local-mente. Y esa es una de las cosas más lindas que tiene Topper: todo –desde las campañas hasta los productos, pasando por la decoración de la oficina– es producto del trabajo local. Todo salió