A casi un año de cumplir una década, los programas de precios demostraron que la puesta en marcha de estos mecanismos de control no logra frenar la inflación. Sin embargo, amparados en la necesidad de generar herramientas para ayudar a la clase trabajadora y a los más necesitados, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptó la existencia y necesidad de continuidad de esta propuesta.
“Este proceso –con relación al déficit fiscal– será acompañado por políticas de precios e ingresos que contribuirán a anclar expectativas en pos de una desinflación gradual junto a una continuidad de la recuperación de los ingresos reales”, informó el Gobierno nacional al comunicar el acuerdo con el fondo y las políticas a desarrollar para cumplir con las metas fijadas.
Pero la historia comenzó varios años atrás, exactamente a fines de 2013. Durante la presidencia de Cristina Fernández, el ministro