elisa Pinto entiende la moda como un lenguaje, al igual que las artes plásticas o la arquitectura. Tal vez por eso sus memorias están impregnadas de ese registro. Las tertulias políticas en Totoral –en su Córdoba natal–, los movimientos de vanguardia, las veladas aristocráticas, la bohemia familiar, el despertar cinéfilo y la pasión por la música fueron moldeando tanto su visión del mundo como un sentido estético singular. Bajo esa mirada única, siempre se acercará a lo nuevo del mismo modo que cuando escuchó por primera vez música dodecafónica ejecutada por su padre: con sorpresa y encantamiento. Su formación cultural, junto con sus dotes de socialite, hicieron de ella una mucho antes de que naciera, por citar algunas. Como corresponsal en Europa a comienzos de los años 1960, entrevistó a buena parte de la intelectualidad que habitó su imaginario adolescente. La lista de las personalidades argentinas con las que alternó sus días es inabarcable, basta con decir que entre sus vínculos y amistades se encuentran las figuras más estimulantes de la cultura local. Sus aportes a la moda argentina van desde un nuevo abordaje periodístico a la materia hasta su participación en la creación de la Carrera de Diseño Textil e Indumentaria de la UBA. En sus crónicas siempre alentó la imaginación y la irreverencia de quienes se animaron a crear con sello propio. . es una lección de estilo –aunque no pretenda serlo– escrita en clave de lujo atemporal. Son enseñanzas inferidas de los relatos de una mujer que conoce el secreto de haber vivido siempre fiel a sí misma. El libro publicado por Penguin Random House estará en las librerías a partir de septiembre.
CRONICA de vida
Aug 17, 2022
4 minutos
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