Con un semblante relajado, de buen humor, pero con un calor que no lo deja estar tan a gusto (han estado a 43 grados centígrados, más el factor de humedad), el salsero puertorriqueño Tito Nieves nos habla de todo desde su residencia en Orlando, Florida.
Reconoce que luego de 46 años de carrera, aún tiene hambre de seguir creando; su alimento, dice, ha sido y es el público que le da alegría, y más que ver como un trabajo el cantar, lo ve como una bendición, ya que, asegura: “Con el corazón en la mano les digo que yo no sé cantar, lo que sale de