UN TIPO SENSIBLE
Chris Pratt va por la mitad de una serie de 100 dominadas y sus manos parecen dos marionetas gigantes agarradas a la barra. Estamos haciendo el crossfit Hero WOD Murph en un gimnasio que el actor ha montado en una granja en las afueras de Atlanta, en donde vive mientras rueda Guardianes de la galaxia, vol. 3.
Es la última entrega de la trilogía que ha recaudado más de 1.600 millones de dólares en taquilla en todo el mundo y ha dado pie a un videojuego y a múltiples figuras de acción. Aunque los guardianes también han aparecido en el blockbuster del verano: Thor: Love and Thunder, su final se acerca.
“Intentas ser consciente y poner mucha atención en vivir el momento”, señala Pratt. “Y aceptar que esto se acaba. Quiero asimilarlo, y no puedo hacerlo de otra manera que no sea centrándome en ello”. Sin embargo, la carga emocional surge en un curioso momento. “El otro día”, comenta un Chris Pratt de 43 años entre bambalinas, “Russell Wilson, el quarterback de los Seattle Seahawks [el equipo de la ciudad natal de Pratt], fue traspasado a Denver. Lleva unos diez años en Seattle, algo más de lo que ha durado nuestra saga”, dice, señalando a su alrededor. “Y yo me decía: ‘A ver, espera, ¿qué ha pasado?’. La emoción que ha impregnado estos últimos diez años está llegando de alguna manera a su fin… Un poco avergonzado, me dije a mí mismo: ‘Se va mi quarterback, así que voy a llorar’. Se hizo duro”. Y esa emoción que sintió por la etapa que cierra su equipo preferido es similar a la que está viviendo por la que también se cierra en su carrera profesional.
Para Pratt son tiempos de transición. Su otra trilogía multimillonaria, ha concluido este verano con el estreno de Pratt y su mujer, Katherine Schwarzenegger, acaban de dar la bienvenida a su segunda hija, Eloise (su otra hija, Lyla, nació en 2020. Además, Pratt tiene también un hijo, Jack, con Anna Faris, su primera mujer). El actor disfruta de un éxito incuestionable: es responsable de una recaudación en taquilla de unos 10.000 millones de dólares si contamos las películas de en las que ha participado. Además, es muy querido por quienes trabajan con él: a mitad de nuestra entrevista, su teléfonosiete años después del final de la serie. No obstante, durante los últimos días ha estado luchando por entender la falta de armonía que existe entre la percepción que tiene de sí mismo y de quién es, frente a la percepción que el público tiene de él, así como la razón por la que a algunos en Internet les encanta trolearlo. “No quiero que me pillen quejándome ni nada por el estilo, porque tengo mucho por lo que estar agradecido. Considero que en mi vida todo es una bendición”, dice. Sin embargo, me cuenta que mientras participaba en una carrera, hace poco, no podía quitarse de la cabeza una sensación: “¿Por qué vienen todos a por mí?”.
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