Padre de dragones

att Smith tiene un serio problema con las expectativas. Le aburren soberanamente. Y le aburren porque no le sirven para nada. También le aburren las pelucas, pero luego vamos con eso. Las expectativas creadas en torno a la serie de HBO Max no tienen absolutamente nada que ver con las expectativas que tenía en 2011 elque fue, una serie que nadie pretendió, ni nunca imaginó, que fuera a convertirse en una obsesión televisiva desproporcionada., además, se convirtió en una magnífica y prolífica fábrica de estrellas. Kit